Si juegas con fuego te quemas...
Pero, ¿Qué pasa cuando juegas con hielo?
Puede que ahora mismo no entiendas por qué estoy en esta situación o puede que nadie llegue a leer estas líneas jamás ,pero créeme, por algo estoy escribiendo esto.
Espero que escribirlo consiga mantenerme cuerda, que consiga no hacerme caer ante esos ojos verdes y esa sonrisa perfecta, que me ayude a recordar que esto es solo un juego, un contrato y que en un año se acabara.
No se como he llegado a esto, ese chico perfecto ahora es mi marido, pero todo acabará, y yo me tendré que ir.
Me llamo Ashley, tengo 18 años y esta es mi historia, la de como un contrato cambio mi vida y la de como yo cambie la de un chico frio cómo el hielo.
Solo tengo que recordar una cosa, nuestro tiempo juntos está contado.
-Soy un desastre, a veces soy tan frio que incluso yo dudo de que tenga corazón- Dijo metiendo sus manos entre su rubio pelo- incluso con la chica que amo. Te mereces algo mejor.
- Recuerda- dije mirando a sus ojos verdes- el hielo también puede quemar.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...