Y acá estaba yo, pensando en él. Armen, qué nombre tan curioso, pero no podía sacarlo de mi cabeza. Armen y sus ojos color café. Armen y su boca carnosa y provocativa. Armen y su voz de barítono que acariciaba mis sentidos. Armen y su escultural figura que aturdía mis pensamientos. Definitivamente debía dejar de pensar en él, porque era sencillamente el mecánico de mi familia, el mecánico que había corrido a socorrerme en medio de la noche, en lugar de mi prometido. Algo que aún no podía ignorar ni callar. Porque.... ¿Qué hacía mi novio-casi esposo un sábado a la medianoche como para no responder mi llamada de auxilio? ¿Dónde estaba? y ¿por qué cortó mi llamada diciéndome que llamara a Armen, porque él estaba ocupado? Empezaba a molestarme su constante frialdad...
30 parts