"- No me pidas que te suelte. Si sales por esa puerta, corro el riesgo de no volverte a ver. - ¡Eso es lo mejor que podría pasarte! -grito y me despego de él- Soy una bomba a punto de explotar y no quiero que te hagan daño. -hago una pausa y trago saliva. Una lágrima se escurre por mi mejilla-Me importas demasiado. - Entonces, no te vayas. Si de verdad te importo, sólo quédate. Me da igual si decides cuidarme o lastimarme, amarme u odiarme... Sólo quédate. "