- No puedo estar contigo, no estaré contigo. - ¿Qué estás diciendo? - Estoy diciendo que te vayas. - ¿Qué? No, no hagas esto. - Vete, Tate. - ¡Tú eres todo lo que quiero! ¡ERES TODO LO QUE TENGO! - ¡VETE! ... - Lo que quería era a ti. Tate dejo el cuello del chico, asimilando lo que acababa de oír. - Me dijiste que me vaya. - Sí, pero no me dejaste despedirme. - Se encendió una esperanza en los ojos de él. - Déjame despedirme, Tate. El rubio soltó completamente a su víctima, acercándose rápidamente al amor de su vida, con la esperanza de que, talvez y solo talvez, ese beso arregle las cosas entre ellos. Y tomando el rostro de Violet entre sus manos acercó sus labios a los suyos, uniéndose en un beso, que para él fue la gloria; pero que para ella, ya no significaba nada. Separándose al fin, Violet acarició delicadamente la comisura de los labios de él- Adiós, Tate. -susurró, y desapareció.