Migajas de tu amor.

Miles sabía que las cosas no iban a ser sencillas desde que conoció a Miguel, sabía que iba a tener que luchar si quería ganar ese lugar en su corazón, que anhelaba que solo lo mirara a él.
Cuando se conocieron fue un clic instantáneo, las pláticas de horas, las fotos del día a día, la conexión entre gustos que a pesar de su diferencia de edad, parecían convivir bien, todo se veía como un terreno que sería fácil de manejar y hacer que creciera, pero las piedras existen.
Las piedras no dejan que nada crezca.

Llevaban más de 3 meses intentando salir, Miles había puesto alma y carne para enamorar a Miguel, el hombre que sentía era su alma gemela, pero siempre había algo, Miguel siempre iba a ser atormentado por el pasado y Miles no podía cambiar eso, por más amor que le brindara, por más gentileza y cuidado con el que lo tratara, Miguel siempre iba a sufrir por dentro.

Aún así, Miles no se rendía, aún si sabía que Miguel solo lo usaba para carne, lo haría, esperando que su entrega fuera recompensada, aunque sea con migajas de amor.