Cuando Chanyeol tenía doce años, su concepto hacía Baekhyun había sido bastante claro... Era el peor chico que había conocido, mucho que decir si se piensa bien, ya que era tan solo un joven que acababa de descubrir su casta y que el hijo de los mejores amigos de sus padres se había convertido en su peor enemigo por una tonta pelea. Las cosas no parecían mejorar con los años, presentándose ambos como alfas, la competitividad innata entre dos chicos que eran más cachorros que hombres, floreció demasiado natural al punto de no poder soportarse. Años después, Chanyeol descubre realmente de qué va ese sentimiento de profundo desagrado que creció en su interior cada vez que el contrario orbitaba a su alrededor. Chanyeol se da cuenta de lo qué realmente quiere y espera de Byun Baekhyun.