"Siempre pensé que la vida no tenía sentido, que no importaba lo que hiciera, siempre creí que pronto acabaría mi martirio. Me decía a mi misma día tras día que cada vez faltaba menos para que esto llegara a su fin. Siempre pensé que estaba encadenada a este mundo hasta que alguien decidiera que era momento de dejarme ir. Pero un día conocí a alguien, que estaba muy lejos de ser un ángel, y me dijo que yo lo era, entonces pensé:
-Si los angeles vuelan, ¿porqué no saltar?-
Él me impulsó a hacerlo, y justo cuando estaba a punto de saltar lo evitó. ¿Porqué? No lo sé. Aún."