Desde que tiene memoria, Emilia ha sido una hija obediente, calmada, tolerante y dócil; hasta que aquél día encontró a su padre con ella, aquella mujer notablemente más joven que él, en una situación totalmente opuesta a los supuestos principios y normas que le habían sido enseñados. ¿Quién dijo que aquellos que juzgan el comportamiento de los demás están exentos de pecado alguno? A partir de aquel día Emilia tomó la decisión más importante de su vida: Vivirla. Por otro lado nos encontramos a Andrés; quien siempre ha hecho lo que ha querido en su vida, siguiendo rara vez norma alguna. ¿Qué pasará cuando Emilia se de cuenta de que su vida no es tan monótona y no interesante como ella pensaba? ¿Podrán estos aparentemente polos opuestos aprender el uno del otro? Y la pregunta más importante: ¿Qué pasará cuando se den cuenta de que entre ellos existe una conexión más profunda de la que creen?