El apellido Tawara tenía una enigmática historia tras de sí, mi abuelo había sido un gran guerrero de la tribu y su padre y su abuelo antes que él, y probablemente las generaciones anteriores tuvieran el mismo destino, papá no se quedaba atrás, hasta ahora, a sus casi cuarenta años era parte del consejo tribal y en sus épocas doradas había sido un protector de la tribu Quileute, nuestra tribu, pero luego estaba yo, Elena Tawara, un cero a la izquierda y una posible gran decepción para mi linaje.
Tras la muerte de sus padres, Evie debe dejar su vida como pogue atrás. Ahora, su tutela pertenecerá a su tía materna, lo que la llevará a vivir en Figure Eight y por tanto alejarse de sus amigos. Sin embargo, ahora otra clase de personas aparecerán en su vida.