Hace unos años, se ahogaba en la monotonía y el estrés de la vida de oficina. Ahora aquí estaba con una mano manchada de sangre y el cadáver de un monstruo frente a él. "¡Porque tenías que aparecer en mi maldita hora de compras!" Era un héroe y todo eso, pero acababa de salir de un trabajo de medio tiempo. Y cuando se enteró de una oferta en el supermercado, corrió como si fuera Flash solo para encontrar este monstruo en su camino. Pero era algo a lo que tendría que acostumbrarse de una u otra manera ya que Funkin City era una ciudad muy apurada en el sentido de que cada semana salía una nueva criatura de no sé dónde con el pretexto de "soy malo malote y eso es razón más que suficiente para matarte". Bueno, después de todo, era el deber de un héroe ayudar a quien pudiera y poner fin a estas cosas... así que no podía quejarse de todos modos.