Me llamo Zoe Klausen, nací en argentina y viví los primeros doce años de mi vida en un colegio-internado de monjas. Siempre recibía la visita de una anciana que me llenaba de regalos y cariño, tiempo después dejo de visitarme y me entere de que había muerto y que resulto ser mi abuela (madre de mi padre) pero nunca más me hablaron de ella ni de mis padres. Con mis doce años recién cumplidos me llevaron a Alemania para hacer la secundaria en otro internado para señoritas; por lo tanto hablaba tres idiomas español, alemán y en dicho internado me enseñaban ingles. Estuve seis años rodeada de puras mujeres y a mí era a quien más le exigían; durante esos años en las fechas especiales como: navidad, año nuevo, mi cumpleaños, etc. Me mandaban regalos y una caja con galletas de chocolate, siempre venían con la misma caja negra con corazones. El veintiuno de Septiembre de este año cumplí los dieciocho años, pero no recibí nada solo una carta adjunta a una carpeta con las copias de un testamento; el testamento de mis padres. Ryan Hunter es un hombre para el que suficiente, no es suficiente. Un hombre por el cual las mujeres perdían su dignidad tan solo por una noche, con solo sonrreir las tenia en la palma de su mano; pero conocerá a su equivalente femenino, el no resistirá y caerá en su red, se enamorara de Zoe.All Rights Reserved