—Princesa.— Dijo mirando al vacío —Eres una princesa, la princesa del castillo azul.— No comprendí como podía considerarme "princesa", no lo soy, bueno sí, pero no soy "ese" tipo de princesa que piensa. Era azul, tal como lo es mi corazón. Una chispa de angustia brotó en mí. ¡Dijo azul! ¿Cómo supo mi color?