La chica de las flores

¿Un encuentro, o un reencuentro?
Cuatro preguntas.
Las primeras son: ¿qué ocurre cuando crees que alguien es para siempre? ¿Qué ocurre cuando te das cuenta de que nadie lo es?
Eso mismo se pregunta Cassie cuando, exactamente a las once y veintisiete de la noche, se limpia las lágrimas mientras su pareja trata de justificarse tras su infidelidad.
La tercera pregunta es: ¿qué ocurre cuando llega un ataque de nervios en ese tipo de situaciones? Cassie también se lo pregunta cuando, gracias al ataque de nervios que está teniendo, se sube en el primer autobús que ve para dejar de hablar con el chico que lleva tantos años mintiéndole.
Lo que Cassie no sabe es el destino de ese autobús, y resulta que la parada que más cerca está de su casa, queda a casi dos horas.
Acaba bajándose en una ciudad totalmente desconocida en Viena, donde, tras media hora intentando buscar ayuda, encuentra a un chico cerrando una tienda de vinilos, y no duda en pedírsela a él.
Y la última pregunta: ¿qué puede salir mal entre un vendedor de vinilos y una chica perdida a la que le acaban de romper el corazón?