Tom, un chico Alemán, arrogante y guapo que buscaba una sirvienta para que hiciese el aseo en su departamento. - Bill, llama a recepción y diles que necesito una nueva persona de el aseo - dijo él. - Está bien Tom, porfavor intenta ser amable por esta ves, todas las sirvientas que vienen aquí salen disparadas por como eres - dijo Bill viéndolo y colocando el móvil en su oreja. - Si, si, como tú digas Bill. Si ellas se van es por qué no aguantan el no poder estar conmigo, no por mi actitud - dijo él sonriendo de lado. Bill puso los ojos en blanco y se dio cuenta de qué ya habían contestado. - Hola? - dijo atra vez de el móvil la recepcionista. - Aah si, hola señorita - dijo Bill. - Disculpa, ¿quién eres? - dijo. - Aah discúlpeme. Soy el hermano de el chico que se ospeda en el departamento número 209 - dijo Bill. - Ooh claro, disculpe jóven digame, ¿qué necesita? - dijo ella. - Es que mi hermano necesita una nueva persona de él aseo, ¿podrían conseguir una? - dijo nervioso. - Si claro jóven, ahora llamaré - dijo ella. - Vale, adiós y gracias - dijo Bill y soltó el móvil. - Ya le he dicho Tom, dijo que iba a mandar a llamar - dijo Bill antes de salir. - Vale Bill, gracias - dijo Tom. Bill salió de el departamento y Tom se fue a dormir. (A la mañana siguiente) Martes, 7:00 am. El móvil de Tom empezó a sonar. El lo tomó y contestó. - ¿Bueno? - dijo. - Disculpe molestarlo señor, quería decirle que ya ocuparon el puesto de aseo en su departamento, es una chica de 17 años y se llama Janne - dijo ella. - Está bien, ¿a que hora vendrá esa tal Janne? - dijo Tom sonriente. - A las 8:00 de la mañana más tardar jóven - dijo ella. - Vale, muchas gracias - dijo y colgó. - Veamos cuanto duras pequeña Janne. - dijo Tom.