Hirai Momo era una de las agentes más experimentadas y exitosas del Servicio de Inteligencia Nacional de Japón. Había pasado años perfeccionando sus habilidades en el arte del espionaje, y había llevado a cabo numerosas misiones críticas para proteger a su país de amenazas externas e internas. Pero ahora, Momo se encontraba en su misión más difícil hasta la fecha: investigar a Mina y Sana Myōi, por su presunta implicación en actividades ilegales. Momo había sido asignada para llevar a cabo esta operación porque era la única agente lo suficientemente cualificada y experimentada como para manejarla con éxito. Sin embargo habrá muchas dificultades y sorpresas para realizar con éxito esta misión.
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