Ella se sentía incompleta, vacía sin saber porqué hasta que lo conoció a él. Ese chico que le dió todo y de un día para el otro desapareció.
Amar duele, le dijeron una vez y no lo comprendió hasta que le sucedió.
Ella no era la chica que él soñó.
Él no era el chico que ella imaginó para ella.
Ninguno de los dos era un ejemplo a seguir, pero por alguna razón del destino se volvieron indispensables uno para el otro.