Tras el regreso de Sebastián Peralta al país, Rocío Santana, su amante secreta, fue llevada rápidamente a la Mansión Colina Dorada. Antes de encontrarse con él, ella debia asegurarse de estar bien aseada y de no tener rastros de perfume o maquillaje. Después de lavarse meticulosamente, se cambio a un pijama de seda de acuerdo con sus preferencias y subió a la habitación del segundo piso. Mientras el hombre se encontraba sentado frente a la computadora, atendiendo sus asuntos, la miró con indiferencia cuando entró en la habitación.
67 parts