Isidora había acordado con su mejor amigo de la infancia que, si al llegar a los treinta años ninguno de los dos tenía una relación, se unirían. Isidora siempre había sido una romántica incurable, mientras que su mejor amigo Daniel era su completo opuesto. Ella aceptó, segura de que para entonces ya estaría casada, pero ¿será realmente así? ¿O tendrá que honrar el pacto que hicieron?