En el mundo, ay millones de personas con máscaras falsas creando su propio teatro.
La vida de Isabella Marshall era justo eso; llevaba una vida, que, a simple vista era perfecta, y normal, lo que no sabían, era que solo era su máscara puesta.
Cuando se quita la máscara, era la Mujer más importante de toda la Mafia, Ella era la Reina, y no cualquiera, era la primera mujer que Gobernaría toda la Mafia en milenios.
Era letal y hermosa, su belleza era como un cuchillo afilado y su encanto lo único que hacía era hechizar a cada hombre que la mirara.
Era como la Lujuria en carne propia.
Pero, ojo, nada puede color de rosa o perfecto, y Isabella era una despiadada asesina, que mataría todo lo que se interpusiera en su camino.
Era la mejor mercenaria jamás vista, y su belleza solo la ayudaba a hacer todo lo que quisiera.
¿Que pasará cuando en su camino se cruze Dareck Baker?
El Mayor General más poderoso de toda la DEA, su mayor enemigo, y el mayor problema para ella.
Pero aveces, no ay nada que incremente más la Lujuria que lo prohibido.
Isabella nunca creyó que se crearía una Pasión infernal que arraza con todo, y es que Dareck Baker era todo menos santo.
Pero así como las pasiones prohibidas surgen en llamas infernales, se deben apagar creando Amores que Hieren y destruyen.
Quien se entrega a las pasiones, crea el mismo sus prisiones y Destrucciones.
Adelaida.
Es hora de volver a ser la reina de Italia pero esta vez sin corazón. Dispuesta a matar y a destruir a todo en mi camino.
El tiempo solo te hace más fuerte, pero ¿dónde está la fuerza cuando vuelve a ver al amor de tu vida? Tanto tiempo y no puede dejar de pensarlo ni un segundo.
Ricky
Destruiré el jodido mundo por ella, pero volvió sin corazón, no era esa mujer de la que me enamoré . Ella no era mi hermosa reina, no la reconocía.
Arderá el mismo infierno si es necesario para recuperar a esa mujer que temblaba cuando la acariciaba.