Delia, con veinte años, está lista para escapar y dejar la prisión, en donde se encontraba cautiva, está lista para dejar su pasado atrás y empezar su viaje en el que creará su propia historia en un pequeño pueblo lejos de la ruidosa ciudad y del aire caliente y contaminado de esta.
En un pueblo en donde los habitantes son pocos y el bosque inmenso, el cual, en el día puede ser un hermoso jardín de Edén y en las noches un perfecto escenario de película de terror, que se llena de una inmensa oscuridad que cubre todo a su paso.
No podría decir que esta segura de que es el lugar perfecto para iniciar su propia historia y olvidar todo sobre su pasado, pero creía fielmente que podría tener una vida tranquila y pacifica.
La realidad de Delia sería más cruel y despiadada de lo que ella creería, ella quería vivir tranquila y en paz lejos de todo y todos. Pero eso era lo que ella quería más no lo que el destino ya le tenía preparado porque jamás se puede escapar del pasado ni mucho menos del destino que ya muchas veces está grabado en piedra.
Delia tendría todo, menos una vida tranquila y pacífica, lo que ella descubriría, sobrepasaba todos los límites de la realidad, conocería un mundo totalmente distinto al que conocía, lleno de criaturas salidas de un cuento de fantasia, criaturas majestuosas, imponentes, salvajes, peligrosas y dominadas por su instinto primitivo.
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