Típica historia de amor que ocurrió, dos enamorados correspondidos separados por la envidia de la engañosa multitud de estudiantes. Todo empezó con una simple tarde calurosa y agotante, sentada frente al computador como típica adolecente en crecimiento, queriendo interactuar a través de cárceles sociales... digo, digo… redes sociales, como todos los días; y fue ahí, en un simple mensaje, donde empezó todo, la revelación de su sentimientos hacia aquel hombre que amaba desde que lo conocía y actualmente era, su mejor amigo. Solo aquella mujer en la que ella confiaba lo sabía, lo sabía todo. Él no lo sabía y ella menos, el amor infinito al cual estaban correspondidos. Pasó una semana y su amor crecía en cada abrazo, cada risa, cada llamada, hasta tal día coincidencial, donde el amor de ambos se confesó frente a frente y con el abrazo más tierno se dio inicio oficial al compromiso que aún hoy en sus corazones no han podido romper. Se miraban a los ojos como dos perros enamorados…
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