"Los juramentos de aquellos a los que amamos siempre se cumplen." La nación de Indiora está regida por una norma principal: todo aquel que manifieste poderes será llevado a Fennetya, la ciudad de los Oztana, donde aprenderá a controlarlos para algún día servir en el campo de batalla. La mayor preocupación de Kinam era que su hermano Ghaidal volviera pronto del colegio para pasarse toda la tarde jugando a luchar contra todo tipo de criaturas, siempre acompañado de su fiel espada de madera. Formaban un dúo imparable. Pero, un día, todo cambió. Su hermano marchó a Fennetya a formarse en combate descubiertas sus hasta entonces ocultas habilidades. Y Kinam se quedó solo. No volvió a reír, no volvió a soñar, no volvió a luchar... Seis años después, lo único que le daba fuerzas para mantenerse en pie era el juramento que le hizo Ghaidal: "Volveré".