Las drogas, el alcohol y el fuerte aroma a sexo inundaba por completo aquel bar de mala muerte En la barra del lugar un joven de cabellos platinados tan hermosos como la más preciosa pieza de plata se encontraba atendiendo a miembros de la clientela, ignorando por completo las miradas indecentes y promiscuas que resivia su persona en distintas partes de su cuerpo Llevaba al rededor de un año trabajando en aquel lugar por lo cual la mayoría de las caras eran conocidas por lo cual el joven se evitaba problemas innecesarios Las puertas del lugar se abrieron con un prepotente rechinido, helando la blanquecina piel del omega de iris violetaseos que se congelo ante la nueva entidad que se encontraba en el bar -¿ Que tenemos aquí ? al parecer vine buscando brose y encontré diamantes Aquella voz tan risueña y espeluznante calo en lo más profundo del joven de vestimenta blanca al sentir que todas las miradas reposaban en sus hombros - Baobei espero que estés preparado para jugar mi juego ~ El juego comenzaba ¿Quien acabaría ganando en aquel juego de letal y astuta Dominancia?