Jillian Ackerman ha resurgido de las profundidades del infierno. Conoce a las bestias y sabe seducir hasta a los más crueles demonios, envolviéndolos en las llamas de la pasión y el deseo. El perfume de la muerte se percibe a su alrededor, incitante y seductor, desatando las más bajas pasiones. Está dispuesta a destruir a todo aquel que se atraviese en su camino hacia una venganza sellada con sangre así tenga que matar todo sentimiento que amenace con doblegarla, incluyendo el juego de poder y tensión sexual que nace entre ella y un hombre para el que los límites no existen cuando se trata de obtener lo que desea, pero la tentación por lo prohibido desata batallas que no siempre se ganan. ¿Qué tan lejos está dispuesta a llegar al descubrir que juega arriesgándose a quemarse en el fuego que amenaza con consumirlo todo? Envueltos entre deseos y pasiones peligrosas, en un mundo donde se ocultan mentiras y secretos oscuros y prohibidos debes tener en mente una cosa: Nunca mires al demonio a los ojos, porque verás el infierno disfrazado de cielo.