Muchas personas suelen decir que lo que tocan lo convierten en cenizas, pero Lumine lo convierte en arte. Sin embargo, es un arte que nadie más puede ver, salvo ella, en su mente, pues desde su corta edad perdió la vista por razones desconocidas. Desde entonces tuvo que aprender a vivir a base de sus demás sentidos, que se fueron agudizando con el tiempo, y todo lo retrata en su mente. Su vida ha sido dura desde entonces, pero en su largo recorrido por todo Teyvat conoce a un chico que conectará con ella y le ayudará a encontrar a su hermano quien oculta un gran secreto que juntos descubrirán.