Desde el inicio de los tiempos, los dioses nos observaban en las alturas de los cielos y controlaban lo que en el mundo pasaba, sin temor al paso del tiempo. Sin embargo, para poder hacer un mejor juicio sobre la humanidad y todo aquello que habitase en la Tierra, estos descendieron hasta tierra firme, renunciando a su inmortalidad y mezclándose con los humanos. Mas los tiempos dejaron una profunda herida, y el regreso esta a la vuelta de la esquina.