Damian es el joven Robin, hijo del detective más famoso de toda Ciudad Gótica, Batman, y del hombre más rico de la misma, Bruce Wayne. Él admira a su padre y sabe y afirma sin pudor que tiene talento para ser igual que él. Quiere dejar su instinto asesino para hacer honor a la frase de su padre: "Justicia, no venganza", pero nadie le tiene fe, ya que fue creado para serle un arma servicial a su difunto abuelo.
Rachel es la más respetada de su liga, también la más temida, pero es la única que le demuestra algo de apoyo a Damian en su plan de vida. Una bruja que venció al demonio de su padre, Trigon, más de una vez y vengó la muerte de muchos compañeros que estuvieron en su vida. Ella vive con el peso de saber que fue creada para ser el caballo de Troya de su padre, y busca desesperadamente una razón más por la que existir.