Lisette mantenía firme una creencia: en un mundo hecho a la medida de los atrevidos e intrépidos no existe cavidad para los más tímidos. Toda su vida había sido catalogada como una persona bastante asocial. Le sudaban las manos al hablar, decía tonterías y siempre se preocupaba por dejar una buena impresión a todos los demás. Le inculcaron que la gente tímida no destacaba, así que ella se crió pensando que no era buena en nada. Sus calificaciones eran siempre las peores, su habilidad atlética era horrorosa y, para colmo, ni siquiera su apariencia era destacable. Sin embargo, Lisette sabía que las cosas no debían ser completamente negras solo por como era, así que decidió ser la mejor en todo. En cada actividad destacaría, ya nadie podría juzgarla por ser diferente. Pero quizá este repentino cambio en su vida no le traerá precisamente alivio, ¿será que ese lado que todos detestamos saldrá a la luz? ¿será que aquellos problemas se intensificarán? ¿qué pasará con Lisette ahora que se enfrenta al mundo real?