Mi hermanastro

Joaquín Sperani, un chico lindo, amable, cariñoso, sonriente, feliz, vive en Laboulaye-Córdoba, tiene 15 años (en la vida real tiene 14, después cuento su historia es un chico de la vida real, acá en Argentina, pero una novela de ficción). Su madre Mariela Flores, su padre, Martin Sperani, tiene tres hermanos, (no se los nombre pero los voy a inventar), el primero Bautista Sperani, el segundo Bruno Sperani y el tercero, Mateo Sperani, su prima (tampoco se bien el nombre y también lo voy a inventar), Florencia Sperani, su prima, la que siempre la cuidaba, el era su adoración, lo cuidaba desde chiquito, su chiquito. Tiene un mejor amigos que se llama Leandro López (no se el apellido, el nombre si es así), se conocen desde los 8 años y sus familias son grandes amigos.

Abril (podes ponerle tu nombre, en mi caso le voy a poder el mio), una chica amable, buena onda, amigable, hermosa, vive en Río Cuarto-Córdoba, tiene 17 años (en realidad tengo 16 años, pero ustedes pueden ponerle su edad). Mi madre se llama Sonia Pérez, mi padre José Flores, tengo dos hermanos más grandes (pero en la novela-ficcion voy a hacer de cuenta que yo soy la mayor), el que me seguía a mi era mi hermano varón, Alvaro Flores, y la más chiquita, Evelin Flores. Tengo una mejor amiga que se llama Candelaria Sandoval, nos conocíamos desde bebés.