El positivismo te lleva a muchas cosas, te lleva a sobre llevar la vida, a esquivar los problemas de la vida, te lleva a seguir adelante, siempre he sido positivo, siempre he tenido una sonrisa, siempre he dado buenos consejos, siempre he sido ese amigo que te atiende hasta en tus peores momentos, ese que apesar de todo nunca se va, ese que continúa aún cuando su mayor adoración falleció, aun con los malos tratos de su mamá y su familia cercana, el sigue luchando contra todo y todos, delante de la gente el nunca muestra otra actitud, el es una caja de fuerza que cuya clave nunca será descubierta fácilmente, soy el criptograma que jamás se descifrara. Ese siempre he sido yo.
Cómo me llamo, sería absurdo ponerme un nombre cuando entre secretos estoy oculto....
Pero te puedo decir que nada es lo que es...
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.