-"gracias"- hablo con la voz cortada y ronca. Sin poder creer lo que sus palabras decían, mis rodillas temblaron y ambos caímos en la fría y espesa nieve. Él no me soltó en ningún momento. Es más, se aferro aun más a mi pecho. Como si buscara algún refugio ahí.-"Lo siento… Lo siento"- volvió a hablar llegando a confundirme aun mas -"Gray-sama…"- susurre sin siquiera pensar.