Un joven Hanyō llamado Inuyasha, era controlado ferozmente por sus instintos animales, al ser mitad demonio-perro había sido una víctima más del rechazo por parte de los humanos. Tras la muerte de su madre, la única que lo ha aceptado por ser él mismo, a causa del dolor y el sufrimiento que sabía que lo atormentaría para toda la eternidad... se dejó guiar ciegamente por ellos y se convirtió en un demonio salvaje y temible a causa de un hechizo que se le fue lanzado hace muchos años atrás.
Después de conocer a Kikio, esos instintos lo abandonaron... pero al morir, estos se apoderaron nuevamente de él. Este muchacho vivió en una mansión abandonada la cual se localizaba cerca de un poblado que, vivían bajo la Tiranía del "Inuyasha Bestia" como le decían los aldeanos.
Hasta que un día llegó Aome Higurashi, la reencarnación de la Sacerdotisa Kikio, la amada difunta de este Hanyō.