Ella, desde pequeña, sueña con ser la mejor bailarina de ballet clásico del mundo. Su vida es tranquila, hasta que aparece él; Pavel Romanov.
Un misterioso hombre que la hará perder el control.
Eso no tiene nada de malo, salvo que ese hombre resulta ser el prometido de su madre, el cual su cuerpo ya conoce, pero que su mente le tocó recordar una semana antes de la boda.
Su madre, una policía más de Nueva York, es lo único que le queda.
Su misión es destruir al hombre que falsamente juró amar frente al altar. La de Pavel, es hacerla pagar por las acciones de su madre, guiado por la venganza y el odio; también el hambre de poder. Pero ese mismo odio que siente por Malika, es tan intenso como la sensación de hacerla suya y tenerle solo para sí mismo.
¿Podrá ella con el deseo del cuerpo, alma y corazón? No lo sabe, lo único de lo que está segura, es cada vez que mira sus ojos, su mundo se desestabiliza y su cuerpo arde.
La tentación es tan latente, que no sabe si será capaz de sobrellevar el peligro que trae consigo, Pavel.
Pues él, resulta ser todo lo contrario a lo que ella sabe, dándose cuenta de eso demasiado tarde.
Justo cuando ya está sumergida en la oscuridad de su mundo.
Justo cuando ya no puede salir de él.
Justo cuando ya no hay escapatoria.
«Una tentación, jamás había sido tan peligrosa»