Un día como cualquiera en la universidad llegó una joven que, en los testimonios de muchos estudiantes y profesores, parecía que estuviera proyectando luz de arcoiris de cada uno de los poros de su piel. Una chica rosa y perfecta seria la descripción más correcta posible. Quien diría que una chica así terminaría arrinconada en los baños por la pandillera más conocida y temida, no sólo de esa universidad, si no que también de toda aquella ciudad costera. Una pequeña ángel rosa y una despiadada diabla negra. A ambas les esperaba algo que no se imaginaban.