Extendió su mano, tratando en vano de intervenir en lo que ya estaba hecho. Apretó los puños, solo necesitaba un minuto para poder disculparse con él, solo un minuto y estaba conforme. ¿Por qué un minuto? ¿Por qué no una vida? --------------------------------------------------------- Continuación de Austeridad y codicia.Creative Commons (CC) Attribution