Todo empezó con una fanática de los libros y un fanático del café.
Hannah, una joven lectora, le gustan los libros de ficción, de terror, de suspenso y mucho más, los de romances. Ella sueña con tener su romance como en los libros, sueña con encontrar a alguien como sus crushes literarios, hasta que eso, dejó de ser un sueño.
Josh, fan del café, de la música de cafetería, el ruido de fondo mientras escribe y sueña con su chica ideal. Disfruta ir todas las mañanas a la cafetería y tomar ideas para escribir libros, disfruta tomar café mientras sueña que está con su verdadero amor leyéndole algunas de sus palabras escritas en un trozo de papel. El sueña con poder dedicarle sus escritos a alguien, sueña con encontrar a su musa, sueña con amar a alguien como merece que la amen, y eso, pronto dejará de ser un sueño.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.