Unos pequeños cambios a la novela...
Marcia Cisneros; mujer, madre y esposa, es acusada injustamente por asesinato, recibiendo una condena de 35 años de cárcel en una prisión de Palma de Mallorca. Esteban Lombardo, su esposo, no solo la culpa del asesinato de Nicolás Escalante, sino también la acusa de ser su amante, por lo que decide abandonarla en aquella prisión, solicitando el divorcio y negándole el derecho de compartir con sus hijos.
Este mismo, al regresar, bajo la influencia de su hermana Lucrecia, toma la decisión de borrar todo rastro de Marcia, fingiendo su muerte y suplantando su identidad con el retrato de una mujer desconocida para que sus hijos Hugo y Lucía, pudieran llorar a su madre, una mujer buena, llena de valores y virtudes.
Veinte años después, Marcia queda en libertad por buena conducta. Con educación, nuevo carácter, miles de incógnitas por resolver, con la frente en alto, el enorme deseo de volver a ver a sus hijos y encontrar al verdadero culpable de aquel asesinato que cambió su vida; Marcia regresa a México encontrándose con un imperio de mentiras, por lo que se ve obligada a continuar con estas y abusar de la poca voluntad que posee Esteban para volver a casarse con él, convirtiéndose así en la madrastra de sus propios hijos.