Nimet Demir crecio entre susurros y secretos, su vida "perfecta" y su familia feliz se encargaron de ello, era la pricesa de este nuevo cuento, pura, llena de luz y de perdon. Nimet era todo lo que un pecador como Milo Lombardi podría desear, desear de tal manera que podría morir en el intento de tenerla. ¿Cuál era la mala broma del destino que le hacia mirar a la hija del hombre que destruyo su vida? No lo sabia, pero con solo mirarla, tampoco le importaba.