El siglo XXI se conoce como la parábola de la humanidad; alcanzó su esplendor después de 400 años de desarrollo y 200 de la famosa revolución industrial, con tecnologías que ofrecían innumerables posibilidades y resoluciones a todos los problemas del hombre. Pero fue su misma avaricia y las tecnologías las que la condenó. Para la segunda década del siglo XXI ya se advertían las consecuencias de la sobreexplotación de los recursos naturales, y no fueron vista hasta pasada 4 décadas más cuando estalló la que fue llamada 3ra guerra mundial o la guerra del agua, que duro 12 años, debido a la desaparicion completa de los combustibles fósiles y hasta las 3/4 del agua potable del planeta. A diferencia de las anteriores, en dicha guerra sólo se vieron aislados del conflicto un puñado de muy pocas naciones, la población global se vio mermada al 68%, número que fue decreciendo pasado 5 años por la escasez de alimentos, enfermedades y epidemias que dejo como rastro la guerra.
Situación que desencadenó la última, la llamada guerra de supervivencia, pasado 6 u 8 meses los hombre se vieron obligados a sesar las confrontaciones, el saldo de muertes en el último siglos rozaba casi los 10 mil millones, estadísticamente la población en ese momento era sólo las 3 décimas partes de la que había comenzado el inicio del siglo, antes del sobrepoblamiento en la 4ta década.
La contaminación por el uso de material nuclear provocó cambios en la biosfera terrestre, los últimos sobrevivientes se vieron obligados a vivir en comunidades, refugiados entre los escombros de lo que fueron anteriormente grandes potencias económicas.
400 años han pasado, y la humanidad volvió a su primer régimen social, dedicándose a la caza y la agricultura, viviendo en cuevas o bajo tierras, rodeado con vestigios de metal, concreto y plástico de lo que fue.