Libro 2 | Trilogía Amores Letales
Corinna Barone es una bailarina, se ha dedicado toda su vida a ello, de día es una preciosa bailarina que logra llenar los escenarios y es una de las mejores de su academia, pero de noche, de noche es fuego puro, de noche trabaja como stripper en uno de los clubes más peligrosos de España, con el único objetivo de saldar una deuda.
Corinna tiene un sólo problema, su gran corazón, así que cuando su hermana, Carissa, se mete en problemas con el próximo Don de la Camorra es Corinna quien se ofrece a saldar su deuda, y no le queda más que hacerlo bailando.
Pero eso le traerá aún más problemas, porque es bailando cuando una noche, el nuevo Don de la Camorra invita a dos de sus mejores socios, a dos hombres herederos del grupo criminal que gobierna España y Estados Unidos, y Corinna es el regalo.
El regalo para los Blackwolf.
Edmund y Elian Blackwolf no saben quién es la chica bailando sobre el escenario, lo único que saben es que la quieren para ellos, ni siquiera les está molestando la idea de compartirla, lo único que quieren es a la bailarina para ellos, y es aún más grata su sorpresa cuando el nuevo Don de la Camorra se las ofrece como regalo para cerrar el trato que unirá a sus dos familias para siempre.
Pero Corinna sólo puede pensar en una cosa, escapar, escapar antes de que sea tarde, antes de que ambos lobos la tengan entre sus garras para siempre y sea demasiado tarde.
Cover Art & Design: dessinsblancs
Lazos de Sangre -Trilogía "Los Coleccionistas" #2 💎
51 parts Complete Mature
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Mature
Como dijo aquella mujer en el hospital.
Los cuatro jinetes caminaban por la tierra, una reina los mantuvo bajo control por un tiempo.
Pero la reina se apago y ahora.
Están libres, el rencor recorre sus venas y el hambre de venganza los consume.
Ramiel huele tu miedo.
Azkeel encontrara tu alma.
Azazel robara tu vida.
Arakiel se va a divertir con tu piel.
Piedad es lo que vas a pedir, el problema es.
¿Alguna vez ellos la dieron?
Bienvenidos nuevamente a la historia de los coleccionistas, no digan que no se les aviso.
Los monstruos esperan a la vuelta de tu casa, y tienen sonrisas de millones de dólares.