ni aunque me coman los tiburones

Juan, un desarrollador de videojuegos mundialmente famoso, conoce a Azul, un tiburon antropomorfico salvavidas bastante atractivo y queda enamorado perdidamente, sus vidas dan un giro brusco cuando una especie de alienígenas invade el mundo y se los lleva, lo que los obliga a trabajar juntos a pesar de haber una situación incómoda que, a pesar de ser simple, los hizo no poder mirarse a los ojos mutuamente durante días.

⚠️advertencia⚠️

Esta serie alberga contenido sobre relaciones homosexuales y el furry fandom, si no es de tu agrado agradecería que por favor no leas esto

Ninguno de los personajes presentes en esta historia es real y cualquier relación con la realidad no es más que una coincidencia.