Con una personalidad amable, amigable, bondadosa y predecible, pero al mismo tiempo, con una lucha interna, una que la había acompañado desde que tenía memoria. Sabía que no podía seguir así, sabía que tenía que hacer algo al respecto, antes de hacer algo de lo que de verdad se arrepentiría, si no es que ya lo ha hecho, pero buscar esa ayuda no era fácil ni mucho menos nada simple.
Es ahí donde conoce a Alex, un joven con aura egocéntrica, que solo llega a la vida de Abby para hacer que su problema empeore, sacándola de quicio, sirviéndole solo como detonante para su vida, al menos eso cree ella.
Entonces, ¿qué buscaba realmente Alex?