Felix era un prometedor estudiante de moda, con una pasión inigualable por diseñar vestuario. Era de bajo perfil, jamás llamaba la atención y se regía por las reglas. No tenía un gran círculo social, le bastaba con su mejor amigo. Su único objetivo en la vida era cumplir su sueño de ser un reconocido diseñador y ser feliz en el proceso.
Hyunjin o, como le apodaban, "Sam", era su polo opuesto. Un problemático joven que se ganaba la vida de forma ilegal. No conocía el término "responsabilidad afectiva" ni mucho menos "compromiso". Los demás creerían que lo hacía a propósito, pero las actitudes presentes no son más que un reflejo directo de las lecciones que hemos aprendido a la fuerza en el pasado. Él no tenía metas en la vida, a menos que esquivar la prisión cuente como una.
Jamás habrían imaginado que sus caminos llegaran a converger en un punto, pero si algo sabemos de la vida, es que es impredecible y que, a veces, lo que puede comenzar como un disgusto, puede terminar con la historia de amor más asombrosamente peculiar.
Gi-Hun busca acabar con los Juegos, pero no sabe que In-Ho, el hombre tras la máscara, arriesga todo para protegerlo. Entre la tensión de los retos y las miradas, ambos se acercan peligrosamente, atrapados entre el deseo, los secretos y un sentimiento que podría destruirlos.