La pornovenganza se puede definir como compartir materiales sexuales privados, ya sean videos o fotos de otra persona sin su consentimiento con el fin de causar daños psicológicos o vergüenza. El responsable de este acto criminal en oportunidades comparte información personal sobre la víctima. La seguridad de la persona afectada puede verse comprometida en la medida que se comparta su información personal. Las víctimas de pornovenganza son por lo general mujeres jóvenes. La pornovenganza es un problema social y legal que ha surgido con la proliferación de la tecnología digital y las redes sociales con el propósito de humillar, chantajear o vengarse de alguien. Representa una grave violación de la privacidad y la dignidad de las personas afectadas, quienes se encuentran expuestas a la angustia emocional, daño psicológico y repercusiones negativas en los diferentes aspectos de sus vidas, como su reputación, relaciones personales y oportunidades laborales. Además, puede contribuir a la victimización secundaria y el estigma social.