Beacon Hills, un pueblo sencillo, pequeño, humilde y con habitantes pacíficos y tranquilos. Hace tres años, ocurrió lo inesperado. Hubo un misterioso asesinato de una joven. El cuerpo apareció en mitad del bosque con heridas propias de un lobo o algún animal enorme. Aunque no se especificaron las causas de la muerte, se cerró el caso y no se volvió ha hablar de él. Todo siguió igual hasta que el sheriff de la ciudad encuentra un cuerpo en el bosque, parecido al anterior. Esa noche, el hijo del sheriff, Stiles Stilinksi y su amigo Scott Mc’call se adentran en el bosque para curiosear sobre el asesinato. En la búsqueda, son atacados por un animal, que hiere a Scott. Los días pasan en el instituto y todo sigue normal, salvo el hecho de que Scott empieza a experimentar cambios que indican, según su mejor amigo, licantropía. Y lo que en un momento parece el principio de una historia de hombre lobos de cuento, se acabara convirtiendo en un baño de sangre y traición.
Isabella odia el lazo de Mates.
Cree que por esa tontería perdió al amor de su vida. Nicolas Ross.
Ha estado enamorada de él desde que tiene memoria y guardaba la esperanza de que todo aquello que sentía con tanta intensidad, fuera por que él sería su compañero eterno, sin embargo, el destino juega en su contra.
Cuando Isabella se va de la manada Dhalia debido a varios sucesos, Nick encuentra a su compañera. Isabella no puede soportarlo ni creerlo. Decide irse a vivir una temporada en Grecia. Pero después de nueve años lejos de su manada, sus padres creen que es momento de volver a su verdadero hogar.
Isabella cree que ha olvidado y superado aquellos sentimientos, pero no es así. Ella sigue siendo un lío cada vez que ve a Nicolas, pero nunca se imaginó que el destino tendría para ella una sorpresa difícil de ignorar. Con unos hermosos ojos verdes y una atractiva oscuridad.
Ella estaba hecha para gobernar.
Segundo libro de Amando al Beta.
El primer libro está disponible en mi perfil.
-Mont