Ataca, bloquea, respira, aguanta el dolor.
Sobreponte al deseo asesino.
Tu alma es de plata, tu puño de hierro.
Por ello eres el relámpago del destino.
Un ultimo duelo, una ultima pelea, una ultima ronda. Padre e hijo, unidos por una sangre manchada por el demonio, batiéndose en sagrado combate una ultima vez.
Sin armas, sin ayuda externa, solo los puños de dos hombres que estuvieron dispuestos a llegar hasta al ultimo extremo para acabar con el otro.
Así es la guerra, así es la vida.
Así es la familia Mishima.