Él nunca pidió ser padre, especialmente no a sus 18 años. Toby era un joven atormentado, un proxy de Slenderman con serios problemas mentales. ¿Cómo podría cuidar adecuadamente de una bebé? Apenas podía cuidar de sí mismo. Pero el destino le había jugado una mala pasada. Esa noche en el cabaret lo cambió todo. Ahora, este joven mentalmente inestable se veía obligado a criar a una hija en una casa abandonada en medio del bosque, sin saber nada sobre paternidad y rodeado de más asesinos como él.