Uno pensaría que el mostraría un poco de gratitud. Agradecerme por poner mi anillo en su dedo y marcarlo como propiedad de la mafia. Mi propiedad. Lo mantendré a salvo. Y el intercambio no es tan malo. Mi principe del cártel tiene una gran boca y una actitud aún más grande. Pero son sus furiosos ojos de caramelo los que me hacen volver por más. Eso y la forma en que su cuerpo se inclina hacia el mío como si ya supiera que me pertenece. Junhui es mi enemigo. También es el único hombre al que no puedo quitarle las manos de encima. Pero si no mantengo mi cabeza en orden, todo por lo que he trabajado todos estos años habrá sido en vano. Adap.All Rights Reserved