-Scarlett Adsuar Dornan, si, ese es mi nombre – dije un poco enojada. -Muy bien – dijo - estarás aquí durante una buena temporada… -Nunca le pagará su mugroso dinero. -Pues espero y si, porque si ocurre lo contrario… - creo yo. Pensaba en algo amenazador – lo pagará con su maldita vida. Estando yo ya demasiado enojada le dije. -A mi no me importa, solo déjenme en paz, cree que reteniéndome aquí, mi padre vendrá a saldar la deuda porque le preocupa y quiere a su adorada hija; lamento decirle que se quedara esperando… - hice una mueca de burla. -¡Cállate! Crees que no lo sé, ese maldito gilipollas nunca pagará, jamás ha tenido un centavo, yo no sé en que estaba pensando cuando le dimos el dinero – se notaba su gran frustración – pero teníamos que sacar algo de provecho, al fin y al cabo, no nos hemos queado con las manos vacías… - sonrió maliciosamente.