42 parts Ongoing El paddock de Monza estaba lleno de ruido, de flashes y de expectativas.
Amelie Voughn llegó como la estrella que rompe récords y conquista escenarios, envuelta en un aura de fuego y misterio. El rojo la seguÃa a donde fuera, como un reflejo de su voz intensa y su espÃritu indomable.
Charles Leclerc, imponente en su traje escarlata, parecÃa dominar el mundo a trescientos kilómetros por hora, con una calma que pocos podÃan comprender.
No estaban destinados a encontrarse, pero el destino, o quizás el rojo, los unió en un instante fugaz.
Una conversación, una mirada, un momento que prometÃa algo más allá de las cámaras y los contratos.
Y asÃ, sin hacer ruido, comenzó algo que nadie esperaba.